El monumento consiste en una pirámide rematada por una esfera que era de cobre o bronce, de la que sólo queda el asiento. La esfera fue robada y acaban de sustituir por otra más humilde si cabe, parece de hormigón, y la verja junto a la puerta de hierro que cierra el recinto también ha vuelto a ponerse en pie. El lugar es solitario y hermoso. Quizás por eso se produzcan estos actos de vandalismo, que de vez en cuando arruinan la memoria de este sitio histórico. Este paseo en bicicleta es un espectáculo en primavera. Muchas aves por el camino se ven, tales como Rapaces, Milanos, Ratoneros, y cernícalos son comunes. A una Focha vi saltar con gran estrepito huyendo desesperada de un pequeño arroyo que antaño era hogar de nuestros apreciados cangrejos ibéricos. También vi perdices, zorzales, Alondras, cigüeñas que elevadas visitan las charcas y ruidosos Abejarucos con sus llamativos colores. El lugar se encuentra en alto y hay que subirse encima del manillar de la bicicleta para no patinar en la pendiente. Arriba quedan unas pocas y diminutas encinas, que dan sombra suficiente, como para poder echarse una buena y enriquecedora siesta. Espero volver otro día, y así poder disfrutar bajo el cielo. El lugar en concreto es merecedor de pasar unas horas de quietud y de calma.
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hila si lo vi vivi
ResponderEliminar¿las flores?
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